martes, 28 de mayo de 2013

La decisión más complicada: ¿Ser valiente o ser inteligente?

Antes de comenzar a escribir, quiero pedir disculpas por todo el tiempo que he estado sin poder actualizar, entre las noches sin dormir, los malos días, el trabajo.. no he encontrado tiempo para actualizar, los pocos ratos que he tenido libres, siendo sincera, me daba pereza ponerme.. pero aquí estoy, debo cumplir con vosotros. Asi que disculpadme, de todo corazón, en los próximos días intentaré seguir escribiendo todo lo que pueda. Ahí voy.

El día 14 de Enero nos levantamos excesivamente pronto, yo no podía dormir, y él, más de lo mismo.. Nos duchamos juntos, desayunamos en la calle, por poco nos fumamos un paquete entero de tabaco.. en resumen, estábamos atacados. Yo cavilaba para mí misma, no podía dejar de pensar cuántas veces habíamos tenido sexo sin protección.. pero por mucho que me volviera loca pensando, era imposible saberlo con certeza.. en esos últimos meses lo habíamos hecho muchísimas veces, muchas con protección.. otras muchas sin ella. Era complicado tener a Paquito al lado pensando, él no es de esas personas que matizan cuando hablan, que piensan demasiado la frase antes de decirla.. más bien, él es una persona espontánea, lo que piensa, lo casca, y después le da igual como caíga. Yo sabía que estaba asustado, pero nunca se lo pregunté, supongo que porque yo lo estaba más que él, y a veces tenía la sensación de que si él pronunciaba la palabra miedo, yo no podría soportarlo y me derrumbaría. Él era mi pilar más fuerte, él era todas las barreras que me sostenían, y si él caía, yo caería con él.
Al fin, y aunque parecía que habían pasado años, llegaron las 10:43 de la mañana. En diez minutos llegamos a la consulta del médico, y a las 11:13 nos atendió. No lo olvidaré nunca, no podía parar de mirar el reloj.
La primera impresión fué, para ser sincera, como una patada en el culo. El médico estaba tan erguido que si en ese instante le hubiera dado una bofetada en plena cara, se le hubiera partido el cuerpo en mil trozos. Yo conocía a mi doctor, llevaba muchísimos años atendiendo a mi familia, es un hombre que da una imagen totalmente equivocada, aparenta seriedad, pero cuando le conoces, es todo lo contrario.. por lo tanto, ono era mi doctor o había malas noticias.
Nos sentamos cada uno en una silla, o eso pretendíamos hacer, porque estábamos tan nerviosos que nos intentamos sentar uno encima del otro (ambos queríamos ocupar la misma silla) y en el quiebro para elegir otra, por poco nos rompemos la boca contra la mesa del doctor.. pero al fin, después de un minuto que parecieron cien, conseguimos sentarnos cada uno en su silla.
(Cito, con palabras textuales, o al menos, muy parecidas..)
-Ainhoa, Francisco, buenos días. Lo primero que quiero que sepáis es que estamos aquí para que toméis, posiblemente, la decisión más complicada e importante de toda vuestra vida, estamos hablando de un hijo, no es un hámster o un canario, hablamos de una responsabilidad 24 horas diarias, 7 días por semana, 365 días del año durante muchos años.. hablamos de una persona que estará a vuestra merced totalmente, dependerá de vuestros actos y vuestras consecuencias, podréis estar juntos o por el contrario, separados, pero debéis sacar adelante a ese hijo pase lo que pase. Sois jóvenes, mucho, y por lo tanto, no deberíais pasar por esto precisamente en estos momentos. Por otro lado, Ainhoa, yo te conozco bastante y sé que eres una persona madura y responsable, mucho más de lo que deberías, pero eso no quiere decir que estés del todo preparada, sufrirás un cambio enorme, y no hablo del físico, que es evidente, sino del psicológico, que será mucho peor. A ti, Francisco, no tengo el placer de conocerte, pero espero que estés a la altura de todo aquello que se espera de tí, no solo ese hijo, sino ambas familias. Asi que, lamentándolo.. o dentro de unos meses, alegrándome mucho, sí, estás embarazada. 
Las palabras de mi médico carecían de expresividad, estaban vacías. No denotaban ningún tipo de sentimiento, no eran cálidas como solían serlo, era como si no fuese él quién hablase.
Paquito y yo nos miramos a los ojos, me escocían tanto que tuve que cerrarlos varias veces, y parecía que a él le pasaba lo mismo. Creo que en todo el discurso del médico, no pestañeamos ni una sola vez.
No sabía qué podía decir, estaba totalmente bloqueada, asi que Paquito se dió cuenta y fué él quién habló.
-¿Sábes qué pienso? Pienso que sí que puedo estar a la altura, que si esto ha pasado seguramente será por algo, asi que para adelante, como mejor podamos.. y que sea lo que Dios quiera.
No quise o no pude hablar, no lo recuerdo. El caso es que le solté las manos, y me dí cuenta de que llevábamos tanto rato y estábamos tan nerviosos, que tenía los dedos entumecidos. Ahora, el paso más difícil era decírselo a mi familia. Porque yo quería tener ese bebé, o al menos eso era lo que había dicho Paquito, él ya había decidido y yo estaba de acuerdo, porque estaba de acuerdo, ¿verdad?.
Le dí millones de vueltas al asunto, no tenía absolutamente nada claro, no sabía lo que quería, el camino más inteligente sería abortar y seguir con mi vida poniendo más cuidado en las siguientes relaciones, teníamos dinero y posibilidades para pagarnos ese aborto, asi que no sería difícil tomar ese camino, aunque por otro lado, la decisión valiente era muy tentadora.. había algo dentro de mí que me decía que tenía que seguir adelante, no sabía si era niño o niña, no sabía cómo era su cara, si las cosas iban a salir bien o mal, pero le quería, mucho, aunque hacía apenas unas horas que sabía que existía. Había algo en mis entrañas que me decía: Ainhoa, sigue adelante.. todo va a salir bien. Tienes que protegerle, porque es tuyo, es lo único verdaderamente tuyo. Y después de darle millones y millones de vueltas, supe que era así, que debía hacerlo así, que pasase lo que pasase, saldríamos adelante, porque tenía a mi lado a la persona más maravillosa del planeta, a la persona que había dejado todo por mí, a la persona que me cuidaba y me amaba por encima de todo. Él era lo más importante de mi vida, él era la persona a la que yo quería tener a mi lado, e igual que tenía claro todo eso, tenía claro que estaba preparada para dar ese paso, para tomar la decisión valiente, y seguir con mi embarazo.

Hasta aquí llega la entrada de hoy, solo espero que hayáis podido entender, o al menos haceros una idea, de lo complicado que fué para nosotros tomar esa decisión, no estábamos en el mejor momento, acabábamos de empezar a vivir juntos, y pese a que teníamos claro que queríamos estar juntos, tener un hijo no entraba en nuestros planes en esos momentos, pero así fué.. y ya no había marcha atrás.
En la siguiente entrada os contaré todo lo referente al embarazo, todo lo que conllevó para nosotros aquellos nueve meses, fueron toda una montaña rusa, hubo muchos bajones, muchas caídas.. pero de todas nos levantamos.
Como siempre, os agradezco con todo mi corazón que leáis y participéis en este blog.
Muchas gracias por los comentarios en ask, facebook y tuenti.
En especial, quiero agradecer todas las palabras bonitas que me dedicó una chica que me agregó al tuenti hace unos días, se llama Cristina, es de aquí, del Puerto de Santa María, y me ofreció su apoyo, me invitó a que nos viéramos y me sacó una gran sonrisa. A tí, Cristina, te agradezco tu apoyo, porque por gente como tú, hoy sigo escribiendo aquí. Gracias, gracias, gracias.
Y en general, muchas gracias y muchos besos. Espero que os haya gustado, y que sigáis conmigo, como hasta ahora. Soís increíbles. 
 

lunes, 20 de mayo de 2013

Segunda etapa: 20/09/2011 - 14/01/2012

Después de darme una gran sorpresa, llegando el día 20 de Septiembre a Madrid, estuvimos realmente bien.
En esos momentos prácticamente ya había dejado de fumar porros, quería comenzar una nueva relación conmigo, ambos estábamos de acuerdo e íbamos a empezar de nuevo, por eso, hemos denominado varias etapas en nuestra relación.
En esta etapa comienzan a florecer sentimientos nuevos, aunque no lo sabíamos, pronto iba a acabar el sufrimiento por la distancia.
Había cojido un billete solo de ida, como no había solicitado la matrícula para otro curso en el colegio, no sabíamos qué iba a hacer.. él quería trabajar, pero sus padres no estaban demasiado convencidos.
Después de tener la discusión con Aroa y Paola, él me vió muy decaída, quería que saliéramos a la calle, que nos fuéramos de fiesta.. pero no me apetecía. Nos quedábamos en casa, veíamos películas, de vez en cuando salíamos a cenar o a comer, pero no me planteaba salir de fiesta. Alguna vez salimos con Juan Carlos y Sara, pero prácticamente nunca tenía ganas. Eso no era normal en mí, por lo tanto, él se preocupaba mucho.
No sé cuántas veces me juró, perjuró y prometió que me quería y que iba a estar conmigo.. se implicó mucho con mi abuela para intentar que estuviera como siempre.
Un día, nos quedamos a cenar en casa de Juan Carlos, hablando de todo un poco, su tía Cristina sacó un folleto donde ponía que buscaban gente para trabajar en Mercadona, se informaron, y se enteraron de que buscaban personal justo en el que estaba al lado de mi casa. Paquito, sin pensárselo demasiado, me pidió por favor que le dejara quedarse, éstas fueron sus palabras:
"Por favor, déjame quedarme en tu casa, contigo. Yo hablaré con tu abuela, la daré la mitad del sueldo para que pueda pagar nuestros gastos, pero no quiero volver a la distancia otra vez, no quiero dejarte sola ahora que lo estás pasando mal. Por favor, llama a tu casa, ponme a tu abuela, y hablaré con ella, la convenceré sea como sea.."
Decidí que era mejor no hablar con ella por teléfono, quizá se lo tomará mal. Asi que rellenamos la solicitud, y Cristina la entregaría al día siguiente en Mercadona (ella trabaja allí).
Cuando llegamos a casa, era tarde, asi que le dije a mi abuela que quería hablar con ella, pero que sería al día siguiente, accedió, asi que planifiqué con Paquito como podríamos decírselo.
Siendo sincera, creí que iba a ser mucho más complicado, cuando estábamos desayunando, Paquito no aguantaba más, asi que se lo soltó sin pensárselo. Mi abuela le dijo que no le importaba que se quedase en casa, para mí era un apoyo incondicional, y ella lo sabía. Hablamos con sus padres, pero convencerles a ellos no fué tan fácil, querían que su hijo estudiase, se lo pensaron un tiempo y decidieron que debían dejarle seguir adelante con su vida, las palabras de su madre fueron muy reconfortantes para mí:
"Ainhoa, eres la pareja más importante que ha tenido mi hijo en su vida, le has sacado de las drogas, has conseguido que pueda tener una conversación normal y corriente con nosotros, está menos agresivo, ha decidido lo que quiere hacer en su vida y eso que quiere, es estar contigo, asi que ni su padre ni yo somos quién para prohibírselo, yo solo espero que si algún día necesitáis algo, no dudéis en que aquí tenéis vuestra casa, no solo él, sino tú, porque ahora eres mi hija, y te quiero como tal"
Me dejaron helada, no me lo podía creer. Creo que fueron las palabras que me hicieron confíar en que la locura de que viviéramos juntos saldría bien. 
Las primeras semanas fueron difíciles, entre que él no paraba de buscar trabajo, que yo estudiaba, que ambos estábamos pensando en otras cosas, no nos veíamos mucho. Y el tiempo que estábamos juntos, no podíamos desaprovecharlo.. el caso es, que me quedé embarazada. 
Yo me sentía rara, débil.. cuando volvía del colegio en autobús, me entraban ganas de vomitar en cada curva, por las mañanas, cuando me despertaba y olía el café que me tenía preparado Paquito, me entraban naúseas, y era raro, porque jamás me mareo, jamás me pasa eso.. asi que decidí hacerme un test de embarazo, no quise que pasara conmigo, preferí saberlo sola.
Evidentemente dió positivo, recuerdo perfectamente que era por la tarde, nos metimos en el centro comercial La Vaguada a merendar, y yo, no podía parar de llorar.. era una locura. Acabábamos de pasar por una relación a distancia, solo llevábamos un año juntos, nos habíamos decidido a vivir juntos hace apenas unas semanas, y estaba embarazada.
No nos sentimos preparados, no teníamos medios suficientes, no había ingresos, y sencillamente, no queríamos seguir adelante, asi que tomé el camino más rápido: interrumpir el embarazo.
Hablé con mi madre, ella no quería cambiar mi decisión, sabía que yo tenía que decidir por mí misma, que no podía decirme lo que tenía que hacer, y si mi decisión era esa, me apoyaría en cualquier cosa, estaría conmigo tanto en lo bueno como en lo malo, y así me lo demostró.
Después de arreglar todos los papeles para interrumpir el embarazo, me hicieron una ecografía, estaba embarazada de un mes y medio.. asi que, cuando nos pusimos a echar cuentas, nos dimos cuenta de que me había quedado embarazada en las últimas semanas de Septiembre que pasé en Cádiz.
El día 25 de Octubre, ingresé en la clínica.. estaba muy nerviosa, más de lo que había estado nunca. Mis sentimientos eran muy contradictorios, pero no tenía otra opción. Nos habíamos replanteado darlo en adopción, pero siendo franca, quizá por miedo, o quizá por cobardía, decidí tomar el camino más rápido. 
Ingresé a las 11 de la mañana y sobre las 2 del mediodía ya estaba en la calle. Sangraba, estaba mareada y me encontraba realmente mal, pero no solo físicamente, eso era lo de menos.. el peor estado era el psicológico, ya no estaba tan segura de que lo que había hecho era lo correcto, aunque quería convencerme de que sí. 
De camino a mi casa, pasé por el colegio por el que estudiaba Aroa, le pedí a mi madre que nos quedáramos a ver si salía, necesitaba verla, aunque no hablara con ella.. salió mucha gente, demasiada gente que me conocía, asi que preferí irme, no tenía ganas de dar explicaciones a nadie.
Cuando Paquito llegó a casa, nos miramos a los ojos y nos pusimos a llorar.. no quisimos hablar del tema, asi que lo zanjamos. Pasamos página, era algo más en nuestra relación..
A partir de ahí, decidimos practicar nuestras relaciones siempre con protección, aunque no siempre era así.. 
Me sentí más unida que nunca a él, era mi apoyo incondicional, me daba todo lo que necesitaba, tanto dentro de la cama como fuera. Estuvo en todo momento, me cuidó cuando estuve enferma y me soportó cuando pagaba mis problemas con él, siempre estaba esperándome con una sonrisa, a que me acercase a él, a que quisiera hablar con él.. siempre estaba dispuesto a cualquier cosa, a cualquiera.. 
Pasamos nuestra primera Nochevieja juntos, y nuestra primera Nochevieja junto con mi familia, le recibieron como a un hijo más. Fué el primer día que salíamos de fiesta desde hace mucho tiempo, y en realidad, teníamos ganas de volver a casa, de abrazarnos, de estar juntos en nuestra cama.
El día 10 de Enero, Paquito y yo, nos sentamos a hablar seriamente, no podíamos fiarnos de la regla, porque no me había bajado desde principios de verano de 2011, pero mis pechos eran excesivamente grandes, estaban inflamados, de vez en cuando tenía naúseas (nada parecido al otro embarazo), no sé, tenía algo en mí que me decía que podía estar embarazada.. decidimos pedir cita en el médico, que me hiciera un análisis de sangre, y salir de dudas. Me dió cita para el día 13, y el 14 obtendríamos los resultados.
Íbamos a pasar por una etapa complicada, estábamos en duda, no sabíamos qué era lo que debíamos hacer.
Paquito se hundió, no era él.. Y tendríamos que salir adelante.

En la próxima entrada os contaré qué nos dijo el médico, cómo reaccionamos, cómo nos tomamos las noticias.. muchas cosas..
Como siempre, y casi a diario, muchas gracias por leerme.
Como ya he dicho, si escribo es por vosotros.
Gracias por seguir animándome en ask, en tuenti, en facebook, sois increíbles.
Besssssotes enormes..
Y espero que descanséis mucho, y un poquito más por mí, que esta noche, la paso en vela. 

sábado, 18 de mayo de 2013

No podría agradecértelo todo, pero gracias, Sara.

Conocí a Sara en el año 2010, me la presentó Virginia.
Me cayó simpática, somos de un estilo parecido, ambas vivíamos la vida sin precedentes, sin normas, simplemente viviendo el día a día, incluso sin preocupaciones.. no teníamos límites, lo que viniera, vendría.
Me gustó su forma de ser, pero al principio no nos veíamos demasiado.
Un amigo mío quería conocerla, y me hacía gracia verlos juntos como pareja, asi que la puse la cabeza como un bombo y al final aceptó conocer a Juanki. Al principio no querían nada serio, pero poco a poco, se fueron conociendo hasta que formaron una intensa relación, me gustaba tener a ambos a mi lado como pareja, los dos eran muy buenos amigos míos, a Juanki lo conocía desde hace años, y ella y yo, manteníamos una relación muy intensa.
Cuando las cosas con Paquito no me iban bien, ella estuvo ahí. Quizá más de lo que estuvieron muchas otras personas, me escuchaba, me apoyaba y me aconsejaba lo mejor que podía. Tener una relación a distancia es complicado, y a veces, sirviendo como experiencia, no sabes qué decir a una persona que sufre por amor a distancia, es difícil ponerse en su lugar.. pero a pesar de todos los pesares, estuvo conmigo.
No la tomé muy en cuenta (y aunque parezca egoísta decirlo, es así) hasta que discutí con Aroa y Paola.
Ella sabía que mi forma de ver la vida había cambiado, que ya no era la Ainhoa sonriente, la Ainhoa fiestera, la Ainhoa que se reía de todo el mundo.. en esos momentos era una Ainhoa arisca, que apenas se reía, que siempre estaba malhumorada.. pero ella seguía conmigo.
Cuando tuve el aborto, me sentia mal. Y ella fué la única persona, junto con su ex pareja Juanki, que estuvo ahí en esos momentos. Nos invitaban a su casa cada dos por tres para sacarnos de la nuestra, a cenar, a comer, a pasar la tarde con ellos, incluso salimos de fiesta alguna noche..
Ella me animó a hablar con Aroa. Y me quitó la venda de los ojos cuando vió que Aroa no quería retomar la relación conmigo.
Me ayudó, me ayudó muchísimo, más de lo que puedo escribir o de lo que podáis llegar a leer entre líneas.
Tuve problemas con Paquito y ella me ayudó a superarlos. 
Estuvo conmigo en todo momento, nunca me dejó sola, y la debo muchas cosas..
Fué realmente una buena amiga, una amiga de verdad, la única que tuve en esos momentos.
Cuando me quedé embarazada de mi hija Yanira, estuvo conmigo. 
Tuve problemas con ella, y cuando ella se quedó embarazada, hubo momentos en que incluso la dejé sola. Cuando arreglamos las cosas me dí cuenta de que ella fué la única persona que me soportó cuando yo estuve mal, la que me ayudó a subir cuando había caído, la que me hizo ver la vida de una manera natural, la que me volvió a enseñar que no todo estaba perdido, que no todo era blanco o negro, que había muchísimos grises en la mitad del camino.
Me vendó las heridas. Estuvo ahí para recojer los trocitos, para arreglarlos.
Durante 9 meses de embarazo, me sentí realmente sola, necesitaba el apoyo de mi mejor amiga, de mi Aroa, y aunque fuera doloroso, Sara lo sabía, pero nunca me puso pegas, nunca me dijo que no a nada, siempre estuvo ahí para cuando la necesitara, siempre me puso el hombro para que llorase en él si es que lo necesitaba.
Y a día de hoy, después de todo el tiempo que ha pasado, después de tener a nuestras respectivas hijas, después de decirlas mis verdades, para ellas dolorosas, después de arreglar las cosas con Aroa y Paola, después de irme a setecientos kilómetros de ella, sigue aquí.
Y por eso te doy las gracias, porque fuíste una amiga, y lo sigues siendo.
Sé que hay muchas cosas que no he contado, que tenemos una química que por aquí nadie puede percibir, pero tú sabes lo que significas para mí.
No voy a decirte que te quiero, porque es obvio.
Pero bueno, pensándolo bien, yo siempre he sido muy obvia.
Y eres lo mejor que puede existir en el mundo mundial.
 No puedo agradecértelo todo, como ya he dicho, pero necesito que sepas, que pase lo que pase, venga lo que venga, siempre, siempre, siempre, siempre estaré aquí, para tí, para lo que necesites, cualquier cosa que te haga falta. Para tí y para Alba, no lo dudes. 

 



















Muchas gracias una vez más por leer el blog, es por vosotros por quién escribo.
Las entradas de hoy son especiales y necesarias.
Merecíais saber otro episodio más en mi vida como es la ruptura con Aroa y Paola. Y por supuesto, quién fué la persona que me hizo seguir adelante.
Mañana os contaré cómo me quedé embarazada de Yanira, cómo fue la noticia, sorpresas que nunca he contado..
La segunda prueba de amor de Paquito, crisis entre nosotros y bastantes cosas..
Muchas gracias por leerme, sois increíbles, y no, no me canso de decirlo.
Gracias por seguirme en ask, por los comentarios alentadores, os quiero.
Y hoy, daré un gran paso (no aceptaré a nadie que no me ponga quién es y por qué me agrega):
-Tuenti: Ainhoa Miordita Eslaúnica
-Facebook: Ainhoa Quince Eterno
-Twitter: @ainhoa15eterno
Sois geniales, muchas gracias a todos.
Hasta mañana :)

Aroa y Paola; sin querer, las perdí.

Como os conté en la anterior entrada, creí que no podría ver a Paquito por nuestro primer aniversario.. y así fué. Pero para mi grata sorpresa, mis mejores amigas Aroa y Paola, estuvieron hablando con Paquito y mi familia para que viniera el día 20 de Septiembre, un poco más tarde de nuestro aniversario, pero al menos le podría ver..
Aroa y Paola, vinieron a buscarme a casa, la excusa era que Aroa había roto con Rafa y necesitaba que la acompañase al chino a por una botella de agua porque estaba muy nerviosa. Había un chino al lado de mi casa, pero quisieron ir a otro, por lo tanto, me olía raro, pero no imaginé nada en concreto.. Cuando iba a entrar por la puerta y le ví aparecer delante de mí, me puse tan contenta que se me saltaron las lágrimas.. Quedamos con ellos un rato más tarde, pero entre besos, abrazos en mi cama, un poco de esto y de lo otro, no fuímos. Ellos lo comprendieron, era nuestro primer día juntos.
Al día siguiente tampoco quedamos, ni al siguiente, ni al siguiente. Ellos se preocuparon. Mis amigas estaban un poco enfadadas conmigo porque anteriormente no había salido mucho con ellas, lo comprendía a la perfección, pero para ser sincera, teniendo a mi chico a mi lado, no me apetecía en exceso verlas a ellas (no por nada, sino porque las veía a diario..), me apetecía en cualquier caso, salir solos, cenar, comer, dar vueltas por ahí, cualquier cosa.. pero con él.
Mis amigas no lo comprendieron y estaban en todo su derecho.
Discutí primero con Aroa por tuenti, la llamé, pero no me lo cojió. Hablamos largo rato por mensajes privados, y en lugar de arreglar nuestra relación, la empeoramos.. asi que me pidió que la devolviera toda su ropa, dando por terminada nuestra relación, y yo la pedí que me devolviera la mía.
Con Paola pasó exactamente lo mismo, solo que un poco más tarde.
Quedé con ellas para devolverlas sus cosas, pero confiaba en que nos abrazáramos e hiciéramos como si no hubiera pasado nada, en realidad, era una tontería.. 
Yo tenía que devolverle a Paola una cadena de oro con su nombre y viceversa (las teníamos cambiadas) y eso era lo más significativo que teníamos la una con la otra. Cuando se quitó la cadena, me quedé helada, no me lo podía creer.. miré a Aroa para que me abrazara, para que me dijera que era una broma, pero su mirada estaba en el suelo, no quería saber nada de mí. Asi que, me quité la cadena, mi novio me abrazó, y nos fuímos.
Aroa y yo, aún no nos habíamos devuelto nuestras cosas, asi que me llamaron por teléfono para pedírmelas, quedamos en la puerta del chino donde me había dado la sorpresa Paquito, yo no podía ir, estaba destrozada.. no podía ver como Aroa me daba mis cosas y ni me miraba a la cara por una estupidez así (o al menos para mí, lo era) siempre he sentido predilección hacia Aroa, para mí ha sido la persona más importante en todo momento, más que mi hermana, mucho, mucho más.. Asi que le dije a Paquito que la bajara sus cosas, que yo no podía ir.
Para mi sorpresa, al cabo de diez minutos, Paquito regresó con cara de perro y gritándome.. No entendía nada, venía llorando y apenas podía decir una palabra completa, cuando se tranquilizó medianamente, me explicó que Aroa y Paola le habían dado en hojas de papel los mensajes privados que yo tenía con Andrei (el chico con el que me lié) él ya lo sabía, por supuesto.. pero había sido muy cruel por su parte, dárselo así, sin previo aviso, sin mediar, delante de todo el mundo.. no fueron formas. 
Asi que me sequé las lágrimas, supe que me habían traicionado las únicas personas que no creí que lo harían, y fuí a hablar con ellas, a pedirlas explicaciones.. 
No recuerdo bien qué fué lo que pasó, se pusieron a gritar, nos pusimos a gritar, mi hermana estaba muy nerviosa y muy, muy, muy embarazada.. asi que preferí obviarlo todo e irme.
Le juré a mi hermana que las borraría de las redes sociales a ambas, que borraría las fotos, los vídeos, las canciones, las cartas.. todo lo que tuviera que ver con ellas saldría fuera de mi vista, ella sabía que iba a pasarlo mal, y como prometido que estaba, así lo hice. 
En esos momentos no lograba pensar con claridad, era como un arrebato.. no creía que fuera cierto. Pero iban pasando las horas y no recibía ninguna llamada al móvil, ningún sms, nada. Nada que me confirmara que había sido una broma pesada y que mañana las volvería a ver y volvería a abrazarlas. 
Ellas siguieron su camino juntas, y yo, poco a poco, formé el mío sin ellas.
Cuando conseguí aceptar la realidad y pensar con claridad, ya no las odiaba. Tenía claro que no había sido una traición, simplemente habían hecho lo que creían que era lo correcto. No podía reprocharlas nada, estaban en todo su derecho de hacer lo que hicieron, cuando confías en una persona, te arriesgas a eso, a que no sepa o no pueda guardar ese secreto, y lo difunda. Ellas no sabían que yo ya me había sincerado con Paquito hace tiempo, quizá quisieron hacerme daño en ese momento, de esa manera, y luego se arrepintieron, no lo sé, todo lo que pude saber, eran conjeturas, nada cierto.
Lloré muchísimo, me sentía más sola que nunca, no tenía a nadie con quién compartir mis miedos, mis penas, mis alegrías.. no tenía a nadie en quién confiar, apenas salía a la calle. No quería conocer gente, a todas las chicas que conocía las comparaba, y ninguna era como ellas.
Veía fotos en Tuenti de ellas juntas, de fiesta, con gente, con amigos, pasándoselo bien.. y yo, me aislé tanto de todo el mundo, que perdí el contacto de la mayoría (por no decir todos) de mis amigos.
Ya no subía a la Dehesa porque no quería verlas, no quería encontrarlas abrazándose o riéndose juntas, porque me dolía, me hacía daño que me hubieran dejado de lado, yo nunca las hubiera dejado de lado a ellas, nunca, por nada del mundo..
En ese tiempo, me quedé embarazada y lo perdí. 
Para Paquito y para mí fué muy duro enfrentarnos a eso, a los lamentos de su familia y de la mía, a que nos compadecieran.. fué duro. Y yo, no tenía nadie a quién contarle nada, con quién desahogarme.
Me sentí realmente sola.
Ahora, mientras escribo, se me saltan las lágrimas.. no puedo escribir, no hay ninguna palabra en este mundo que se asemeje a lo que sentí. No es soledad, ni si quiera miedo.. era algo parecido a la culpa, pensar que pude prestarlas más atención y sin embargo no lo hice. Pero en esos momentos no valía de nada flagelarme a mí misma, lo único que conseguiría era sufrir más.
En varias ocasiones le pedí perdón a Aroa, la llamé, la mandé mensajes privados, sms.. pero no quiso mi perdón, estaba muy dolida. Asi que cesé de intentarlo.
Siempre creí que estaba sola, que no tenía a nadie más que a mi familia.
Ni tan siquiera Paquito llenaba ese vacío existencial, no encontraba mi lugar, mi sitio..
Fué una gran perdida, mis únicas dos mejores amigas de golpe, no sabía como afrontarlo.
Pero no me dí cuenta de que tenía a mi lado a una persona muy importante, una persona que estuvo ahí en los peores momentos, y apenas disfrutó los mejores.. Una persona que no me dejaba sola aunque sabía que no confiaba al cien por cien. Que me comprendió, que me riñó cuando hice algo mal, una persona que se esforzó al máximo para sacarme sonrisas.. aunque sabía que me había vuelto mucho más arisca.
Le debo mucho, muchísimo.
Y desde aquí, (y en toda mi siguiente entrada) le doy las gracias, para ser exactos, te doy las gracias: gracias, Sara.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Primera etapa: 15/09/10 - 01/09/11

Después de despojarme de una relación para nada fructifera, no deseaba para nada empezar una nueva, mucho menos, volverme a enamorar.. Pero tenía dos pequeñas amiguitas que eran lo más pesado que alguien puede conocer, aquí entran Aroa y Paola.
Paola llevaba casi un año con su novio, Ricardo. Él vivía en Cádiz y ella en Madrid.
Digamos que yo, al principio le odiaba, me robaba el tiempo con mi mejor amiga, entre hablar por el móvil, el msn, irse a verle.. vamos, que la acaparaba. Pero me llamaba mucho la atención el tener una relación a distancia, prejuzgue sin vivirla, y di por hecho que no se podía amar así, sin verse a diario..
Un día Paola me enseñó una foto de Paquito, me dijo que yo le gustaba, que le daba corte agregarme al tuenti, pero que a ella le había dicho que quería que nos conociéramos, le enseñamos la foto a Aroa y nos dió su aprobación. Yo al principio no estaba muy convencida pero..
-Tiene los ojos bonitos.
Quité la foto. Aroa y Paola se miraron.
-Tiene una sonrisa bonita.
Quité la foto. Aroa y Paola sonreían pícaras.
-Joder, está bueno.
Quité la foto. Aroa y Paola reían a carcajada limpia.
Era una sensación muy extraña, me atraía muchísimo, y solo le había visto en una foto.
Acepté que me agregara al tuenti y esa misma noche, tenía la petición, tonteamos un poco, le vacilé y acabé dándole mi msn, nos pusimos la web cam y entre risitas tontas, comentarios, discusiones por tonterías, le dí mi número de teléfono. Me llamaba a diario, hablábamos de trivialidades, cosas sin sentido.. el caso era hablar. 
Un día Paola me dijo que si hablábamos con él y nos dejaba quedarnos en su casa, ella me pagaba el billete. Hablé con sus padres, nos dejaron quedarnos en su casa y efectivamente, Paola me pagó el billete y nos fuímos.
Esa noche no pude dormir, estaba nerviosísima, no entendía el por qué.. en el taxi, de camino a Saroka (la plazoleta donde habíamos quedado), me temblaban las piernas, mi hermana me llamó por teléfono para preguntarme por el viaje, y la pedí que no me colgara hasta que hubiera llegado hasta donde estaba él, no podía parar de temblar, estaba deseando verle.
Cuando le ví, todo fué rarísimo, no sabíamos si darnos dos besos en las mejillas o uno en la boca, y cuando me planté delante de él y vi que no se lanzaba, lo hice yo.. le dí un beso en la boca, me abrazó, y me derretí.
No podía parar de mirarle, creo que fué la mejor semana de mi vida.
Al tercer día, después de varios días de resistirme, lo hicimos. Él no tenía mucha experiencia, acababa de salir de una relación en la que lo había pasado mal, y no había quedado para nada satisfecho. Yo ya tenía mucha experiencia, pero para mí, fué mejor que la primera vez. Creo que eso nos unió mucho más, fué precioso, esas cosquillitas en el estómago no se iban, dormir abrazados, verle al despertar.. por las mañanas me pasaba las horas mirándole dormir..
El único problema que había entre nosotros, eran los porros.
Yo estaba dejando las drogas, llevaba un tiempo intentándolo, y esa, tal y como he comentado en la anterior entrada, fué la mejor decisión de mi vida.
A la semana me tuve que ir, tenía que estudiar y volver a Madrid. Lo pasé fatal.. lloré como una magdalena, pero nos llamábamos a diario, y bueno.. algo era algo.
Nos veíamos todos los meses, me buscaba la vida para ir a verle, y estaba deseando volver, sus padres me acojieron desde el principio como una más de la familia y fué un verdadero placer conocerles en esos momentos de mi vida, su madre, aunque parezca una tontería, ayudó mucho en mi lenta recuperación, había perdido muchos, muchos, muchos kilos, y todas las ganas de comer.. y ella, poco a poco, me fué haciendo mejorar.
Nuestra relación a distancia continuó igual hasta Abril-Mayo, no pude ir a verle por su cumpleaños, mi abuela estaba cansada de pagarme los billetes para ir a verle, sin que ella lo conociera. Me dió a elegir, o le pagábamos el billete y él venía a Madrid, o me olvidaba de él para siempre porque yo no podría volver a verle hasta que él no viniera. Lo comprendí perfectamente, para una madre, tiene que ser muy complicado ver que tu pequeña se va todos los meses a 700 kilómetros de ti, sin ni si quiera conocer a la persona con la que comparte su vida.
Paquito no puso mucho empeño en convencer a sus padres, asi que, cansada de pasarlo mal, entramos en un bache, y comencé a dudar de sus sentimientos por mí y viceversa, tuve un error descomunal, me lié un par de veces con un chico de mi barrio. Inmediatamente se lo conté, haciéndole prometerme que no diría nada hasta que alguien se lo contara, quería poner a prueba la confianza de las personas que me rodeaban. 
Al final pudo convencer a su padres y a mediados de Junio vino a Madrid, después de dos meses sin vernos me llevé una gran alegría. Le expliqué todo lo que había pasado, mi error, y lo comprendió. Él sabía que para mí esa persona no significaba nada, dudé en un mal momento y necesité amor, y lo busqué en quién no debía, pero era pasado, y queríamos empezar de nuevo. Ahí fué donde se demostró a medias, lo que sentía por mí, su gran prueba de amor, llegaría un poco más adelante.
Pasamos todo el verano juntos, me fuí con él a Cádiz en cuánto acabé el instituto, mis padres y mi abuela estaban locos con él, le querían como a uno más de la familia, y me permitieron que fuera a verle y él viniera cuando quisiera, de verdad, les parecía un buen chico, y lo era.
A mediados de verano, tuvimos una gran pelea, yo había dejado las drogas por completo, era una persona renovada. Él no quería dejar de fumar porros, y yo, no quería estar con una persona que me tentara a caer de nuevo en ese mundo. Le dí a elegir entre sus amigos-porros o yo, y a pesar de que le costó dejarlos, me elijió a mí.
El día uno de Septiembre me tuve que volver a Madrid, el día quince hacíamos nuestro primer año pero no podía quedarme porque el día cinco de ese mismo mes era el cumpleaños de mi sobrina Elisabeth y yo, tenía que estar ahí. 
Me dolió en el alma irme, lloré muchísimo, ambos lo hicimos.
Cuando volví a Madrid no tenía ganas de nada, no quedaba con mis amigas, me daba rabia ver como Aroa estaba súper bien con Rafa y Paola estaba súper bien con Riki, y yo, tenía que joderme y estar en Madrid en nuestro primer aniversario.. fué un comportamiento de niña pequeña, pero fué así.
Quedaba con Sara y Juanki porque ellos me comprendían, no era que hubiera dejado de confiar en mis amigas, pero necesitaba un poco de aire, las amaba.. pero entre un malentendido y otro, las perdí. Ellas sintieron que yo las estaba traicionando al dejarlas de lado, yo no me dí cuenta, no pensé en lo que ellas pudieran sentir, y las perdí, definitivamente.
Hasta ese momento, no me daba cuenta de la prueba de amor que iba a sufrir mi relación en pocos días, de las sorpresas buenas y malísimas que me esperaban, de todo lo que iba a pasar.. 
Iba a pasar por uno de los peores momentos de mi vida, pero también por uno de los mejores.
Se iban a poner a prueba todos mis sentimientos.. y yo, no me dí cuenta.
En la próxima entrada os contaré qué pasó después de esto, puf.. muchos detalles y muchas pruebas que tendría que superar mi corazón.
Espero que las entradas de hoy os hayan emocionado, gustado o al menos, os hayan hecho conocerme un poquito más, que al fin y al cabo, es el mérito de este blog.
Un beso enorme, sois increíbles. 

Mi vida como adolescente: Un largo amor imposible, de los que duelen de verdad..

Esta entrada, quizá sea la más complicada que haré en todo el blog, sé que la haré con lágrimas resbalando por mis mejillas, hace exactamente dos años que no me desahogo con nadie, desde verano de 2011 cuando tuve que contarle a mi novio todo lo que pasó en mi anterior relación, y aunque parezca una estupidez, yo aún sigo llorando por esto, asi que esta vez será la primera y la última que me sincere de esta manera, no lo haré más, porque no creo que pueda, espero que me podáis comprender y conocer un poco más, pero sobretodo, espero que no prejuzgueis por algunas cosas que leáis hoy aquí, muchas gracias, sois geniales.
 
Empezamos juntos el día 04 de Enero de 2006, le conocía hacía apenas unos días, pero fué un flechazo en toda regla, no sabía lo que era el amor, aún era muy pequeña, pero estaba completamente segura de que eso se asemejaba mucho. Él tenía 17 años, a punto de ser mayor de edad en apenas un par de meses, estaba emocionado, aunque no le hacía falta porque ya hacía todo lo que quería, yo, mi mayoría de edad, aún la veía demasiado lejana.. Quedábamos a diario, yo no podía estar una tarde sin verle, creo que se convirtió en una obsesión. Perdí la virginidad con él a las pocas semanas de empezar juntos, de malas maneras, deprisa, sin tiempo.. fué muy doloroso y nada sutíl, pero yo le quería y me pareció lo más especial del mundo, aunque pronto me daría cuenta de que no era así..
Conocí una parte de su mundo, no me gustaba, pero me enganchó completamente. Me puse a merodear por malos terrenos, caí en las drogas, estuve mucho tiempo pasándolo mal por ellas, pero tenía un novio que me lo proporcionaba todo, y cuando puedes drogarte sin pagar ni un euro, la droga se vuelve mucho más peligrosa y adictiva. Él no me sacaba de ese mundo, y yo creía, que todo estaba bien.
Hasta que me di cuenta que todo lo que parecía ir bien, no iba bien, nada bien.. mis padres y mi abuela se habían empezado a dar cuenta, ya casi no pasaba por casa, mis notas empeoraron, mi comportamiento no era el mismo, siempre estaba irascible, y yo, no era así. Ya no compartía tiempo con mi familia, apenas veía a mis amigas.. me estaba alejando de toda mi vida, para centrarme en un mundo que no era el mío, con una persona que no era para mí, aunque eso no era lo más doloroso, lo más doloroso es que ambos lo sabíamos.
Él me engañaba con otras, y yo, me dejaba engañar..
Me convencía de que yo no podía darle todo lo que otras le daban. Él había cumplido la mayoría de edad y salía mucho de fiesta, y yo, era muy pequeña para ir con él. Y en mi casa, en el refugio de mi habitación, pensaba que si él me proporcionaba toda la droga que yo le pedía, era porque me quería, eso con las otras chicas, no lo hacía.. Asi que me limitaba a dejarle vivir sus buenos momentos, y a estar preparada y a su disposición en los malos, para consolarle, para hacerle el amor (no follarle), para escucharle, para darle la razón, para dejar que descargase sus malos días en mí, e incluso a veces, conmigo.. Ellas eran las que lo sacaban a la calle, yo era la que le hacía feliz en casa. Y me convencía a mí misma de que era la primera, que ellas eran solo "otras", que yo era la más especial. Pero nunca entendí, hasta después de mucho tiempo, que para él todas eran "otras", que él no entendía que significaba querer a alguien lejos de lo que se quería a sí mismo, que el no entendía de amor, solo de sexo. Y para él, yo era otra más, una niña especial, que le trataba bien, a la que conocía y con la que podía jugar, y a la que tenía cariño porque llevaba mucho tiempo..
Cuando me dí cuenta de todo lo que estaba pasando, ya era demasiado tarde, llevábamos juntos tres años, o cerca de ellos.. él se había cojido un piso en el centro, yo iba a ayudarle a limpiar, pero llevaba varios días sin llamarme (hemos tenido muchas épocas de meses enteros en que no me llamaba, luego me volvía a llamar poniendo cualquier excusa, y nos veíamos, en ese tiempo, yo le esperaba, o llenaba mi vacío con otros hombres que no me hacían sentir nada, o si cabe, un poquito más sola y desolada de lo que estaba) No sabía lo que pasaba porque no habíamos discutido esa vez, asi que no entendía nada, me puse a investigar un poco su vida, no puedo contar cómo porque debería nombrar a ciertas personas que en su momento me hicieron grandes favores y podría meterlos en aprietos, até cabos, había aprendido a identificar perfectamente las señales, las indirectas.. llevaba tres años saliendo con un hombre al que había que descifrar como un geroglífico, asi que me enteré de cosas de las que no debía.. una de ellas es que estaba casado, no me lo podía creer.. creo que lloré durante días. Mi abuela me llevo al médico, me recetaron pastillas para la ansiedad, pero nunca quise tomarlas, sabía lo que necesitaba, y estaba empezando a darme cuenta de que la persona que más daño me hacía era la única que me podía curar.
Las cosas en nuestra relación empezaron a ir mal desde el punto en que le conté que me había enterado. Se mostró sincero conmigo, me dijo que me quería y que por eso no podíamos dejarlo, ya no sé que pensar.. creo que he sido la única mujer a la que ha tenido un poco de aprecio, pero quizá eso era lo que mis ojos querían ver.. ya no lo sé.
Sus broncas fueron a gritos, de gritos a insultos, de insultos a tirar cosas, de tirar cosas a golpes y de golpes.. a pegarme de vez en cuando. Y de vez en cuando, pasó a una vez por semana. Pero cuando de una vez por semana pasó a ser una rutina, supe que ésa relación ya no daba más de sí.
Un día, me levanté con las fuerzas suficientes para decirle a la cara que ya me había hecho mucho daño, que no quería seguir así, que le quería, qué coño le quería, que estaba enamorada de él, pero que no podía más. Me estaba matando, ya no era Ainhoa, solo era la persona que él quisiera que fuese.Y lo dejé.
Creo que en esta ocasión, lloré durante meses. A la hora del desayuno, de la comida, de la cena, en clase, en el recreo, con los deberes, por la calle, cuando veía a una pareja, un flash, cuando abría el tuenti, las fotos, cuando oía música.. cualquier cosa me hacía llorar desconsoladamente. Me he pasado noches enteras sin poder dormir, con los ojos hinchados, enrojecidos de tanto llorar.. Pero llegó un punto en que ya no dolía, ya era como si no existiera, no sentía nada, todo me daba lo mismo, no importaba quién se acercara, quién me hablarla, creo que no lo he pasado peor en toda mi vida. Es algo que no se puede explicar, hay que vivirlo.
Me hice la fuerte, no le volví a cojer el móvil, no quise volver a saber nada de él.
Empecé una relación con un chico llamado Jacobo, a los cuatro meses me enteré de que me había puesto los cuernos.. me dí cuenta de que a quién yo quería era a mi ex novio, que no le había olvidado, asi que después de bastante tiempo sin saber nada de él, cometí el error de llamarle.
Cuatro bips.
-Sí?
-Hola, necesito verte, estoy fatal. Pasa a recogerme por favor, te necesito.
-Claro que sí, dime donde estás y voy..
Y vino. Y fué el peor error de mi vida.
Nos besamos, fué como un torrente de agua clara en medio del puto desierto, como una brisa de aire fresco, me removió las entrañas como si me las hubieran volcado, las mariposas de mi estómago eran canarios, y supe que nunca le había olvidado, y que por ese camino, nunca le iba a olvidar.
Quería sexo, pero me negué. Asi que me dejo tirada a una hora en coche de mi casa, a las 2 de la madrugada, tuve que andar más de 2 kilómetros hasta la civilización por medio de un campo hasta que conseguí tener cobertura para pedir un taxi.
Ahora, debía llegar a casa, explicar por qué coño aparecía tan tarde y decir:
-Eh, que no solo llego a las 3 de la madrugada, que tienes que pagar un pastón porque he vuelto en taxi a las tres de la madrugada y he tardado una hora :)
Me castigaron de por vida.
Aunque el castigo acabó al día siguiente.
Me llamo y se lo cojí. Segundo error de mi vida.
Me pidió perdón alegando que estaba mosqueado, que me quería y que no iba a volver a suceder nunca, que era un capullo y no me tenía que haber dejado ahí. Le perdone, como siempre.
Al día siguiente quedé con él y le presenté a una de mis mejores amigas. La pedí por favor que no tuviera nada con él, pero la atracción física entre ambos era palpable, asi que tuvieron un lío.
Lloré mucho, creo que tripliqué las lágrimas de las anteriores veces, ahora no solo era él, ahora también era ella. Pero les perdoné a ambos. A ella antes que a él.
La última vez que le vi fue a los pocos meses de tener a mi hija. Me dijo que estaba guapísima y que se alegraba mucho por mí, aunque sé que no lo dijo de corazón, me alegro porque fuera educado. 
La segunda mejor decisión de mi vida ha sido intentar olvidarle, la primera vendría después, aunque yo por esos tiempos, aún no lo sabía.
Me hice fuerte, reflexione y me dí cuenta, yo estaba por encima de todo eso, por encima de todo aquel que intentara hacerme daño, porque me merecía más, mucho más. Resistí millones de veces las ganas de llamarle y cojerle el teléfono, me encontré con él y alcé la vista porque yo era fuerte, mucho más de lo que creía.
Y salí de todo eso, de las humillaciones y del dolor, porque yo era Ainhoa, una chica feliz y sin complejos, una chica capaz de superar cualquier obstáculo, capaz de apartar cualquier piedra del camino por grande que fuera. Y así lo hice, le dejé de querer. 
Poco a poco, paso a paso, pero lo conseguí.. Y aquellos cuatro años y medio los recordaré toda mi vida, pero ya nunca de la misma manera, siempre le querré porque fue el primer amor de mi vida, pero ya nunca más volverá a doler, porque ya nunca más seré vulnerable.
Y hasta aquí lo que puedo contar.
Pero esta entrada, espero que no caiga en saco roto, esta entrada se la dedico a todas aquellas personas que han sufrido o están sufriendo por amor. Es complicado, mucho. Pero con todo se puede, si uno se lo propone.. se pasa página, y el tiempo tiene mucho que ver en ello, aunque al principio parezca imposible.
No merece sufrir por nadie, porque nadie sufre por tí.
Y después de todo esto, es donde entra mi actual pareja, mi vía de escape, la persona que mejor me comprende y me entiende, la persona por la que conseguí olvidar, y por la que fuí capaz de volver a amar, aunque en esos momentos, creí que no lo conseguiría nunca.
 

martes, 14 de mayo de 2013

Mi vida como adolescente; Aroa y Paola.

Como es mi segunda entrada en este blog, quiero dedicársela por completo a ellas.
Sé que nuestras relaciones ya no son las mismas, quizá con Paola cuente con más afinidad en estos momentos por su embarazo, pero con Aroa tengo muchísima química todavía, aunque hay que reconocer que nuestras relaciones se han enfriado muchísimo desde que tuve a Yanira.
Ellas lo eran todo, pero significaban mucho por separado, asi que así lo haré, os explicaré nuestra relación por separado:
Aroa: Es la persona más especial que he conocido en toda mi vida, es auténtica, es sincera.. es de ese tipo de personas con las que no es necesario hablar (o quizá solo me pase a mí), su risa contagia, tiene un humor particular, aunque cuando se enfada, dan ganas de matarla.. Es la persona que más apoyo (tanto físico como moral) me ha ofrecido en nuestros años de amistad. La conocí en una situación bastante complicada, ambas estábamos "saliendo" con el mismo chico, pero ninguna de las dos lo sabíamos. Yo me enteré antes que ella asi que decidí montarla un buen pollo, pero cuando lo pensé con la cabeza fría, supe que ella no tenía la culpa de nada, la estaba engañando igual que a mí, estábamos pasando por lo mismo.. Asi que quedamos para hablar del tema, ver cómo lo solucionábamos, y cuando la miré a los ojos supe que era la persona que estaba esperando, aquella en la que podía confiar pero que aún no había encontrado. Y confié, me arriesgué y la conte millones de cosas, nuestra amistad empezó a forjarse poco a poco, pasito a pasito, quedando una vez al mes, cada dos semanas, cada semana, cada fin de semana, hasta que llegamos a vernos a diario. Inseparables no es una palabra correcta, quizá nuestra definición fuera "siamesas", 24 horas diarias, 7 días a la semana. Ha sido mi primera y única mejor amiga, a día de hoy, sigue siendo la única persona en la que confío al cien por cien.
Paola: La conocí una tarde en el parque Dehesa de La Villa, yo estaba muy borracha y había discutido con mi ex novio, llevábamos ya tres años juntos y estaba realmente mal, ella lo acababa de dejar con su novio, llevaban algún tiempo y habían compartido muchas cosas. El destino, que es muy caprichoso, hizo que ambas compartiéramos nuestra historia, la conocí llorando, nunca se me olvidará aquella cara.. Era una persona bastante frágil, había pasado por muchos problemas hacía relativamente poco, pero me sorprendía la fuerza con que aparentaba afrontar las cosas, lloró en mi hombro, manchando mi chaqueta blanca de rímel, pero no me importó.. mi intuición me decía que ella y yo llegaríamos a algo más que a compartir lágrimas esa tarde. Seguimos hablando por tuenti, quedando.. nos llamábamos "orditas", un día me invitó a pasar el día con ella, comí con su madre y ella en La Vaguada, y por la noche me quedé a dormir en su casa, fue nuestra primera "Noche Orditas", compartimos risas, botellas de alcohol, tabaco, bailes.. fue perfecto. Después de unas semanas llegó nuestra segunda noche, hicimos un pacto de sangre (en el que Paola, por mucho que se pinchara, no sangraba) y confiábamos en que ese pacto nos uniera mucho tiempo, pero lo que no sabíamos, era lo unidas que íbamos a estar a partir de ese día. Ha sido la segunda persona en la que más he confiado, la presenté a Aroa, quedábamos tres, pero éramos una. Por cosas de la vida nos dejamos de hablar, perdimos contacto, pero el destino, ha querido que volvamos a hablar, está pasando por una situación por la que yo tuve que pasar hace algunos meses, y sigue siendo una importante persona en mi vida.
A partir de ellas, llegaron muchas más personas, pero como ellas, no había nadie.
Muchas fiestas, risas, noches despiertas, borracheras, momentos que no puedo contar.. pero todo ha sido con ellas.
 
 Os cuento todo esto para que conozcáis un poquito de mi vida anterior, no es fácil contarla toda, asi que contaré los momentos más precisos..
En la próxima entrada, contaré como conocí a Paquito, todos los detalles de nuestra relación a distancia, por qué me enamoré de él, y espero, que todo aquel que esté pasando por una relación a distancia, se emocione, y vea, que las relaciones a distancia, no son todas imposibles..
 

Presentación:

Hola, me estreno en esto del blog.
Algunos ya me conocéis y por consiguiente, ya conocéis mi historia. Otros muchos, la conoceréis ahora, y espero que este blog que al fin y al cabo es un pedacito de mí, os resulte cómodo.
Esto no lo hago para darme a conocer, sino porque sé que hay muchísimas niñas de mi edad que se quedan embarazada y no saben como hacerlo, creen que tienen que morirse para salir adelante, no saben como hablarlo con sus padres o cómo decírselo a sus respectivas parejas. Quiero ayudar, porque he pasado por esto, y me gustaría que todas aquellas personas que busquen ayuda, que necesiten un consejo, o simplemente quieran conocer mi historia, lo puedan hacer leyendo mi blog.
Contaré muchas cosas, aunque no todas referidas a mi vida como madre adolescente, antes de ser madre, he sido niña, y quiero que conozcáis de mí todas aquellas facetas, mis mejores tiempos e incluso un trocito de los peores.
Quizá publique a diario, o quizá no, la vida como madre adolescente es dura, y cuando a tu hija la están saliendo los dientes, no tienes tiempo ni para ducharte, asi que espero poder escribir a menudo y no fallaros.
Muchas gracias por leer mi blog, espero que os animeis y me preguntéis lo que os apetezca, pero sobretodo, espero entreteneros y así, desahogarme y que me podáis conocer un poquito más.
Un beso enoooooooorme de mi parte, y un besito (sin dientes y muy baboso) de parte de Yanira.