domingo, 29 de diciembre de 2013

El bautizo.






He de decir que ha sido una de las peores épocas de mi relación con Paquito, vivíamos los días al límite, siempre estábamos discutiendo por esto o por aquello, se sumaba la presión de mis suegros por saber cómo y dónde sería el bautizo, reservar local, traer a mi familia desde Madrid.. una locura.
Ambos estábamos sin trabajo y sabíamos que nuestro presupuesto no era muy elevado, a diferencia del número de familiares por parte de su familia paterna y materna..
Paquito quería una celebración por todo lo alto, yo siempre le he dicho que eso era imposible, Paquito quería un menú exquisito, yo sabía que un menú de esas condiciones se saldría de nuestro presupuesto, Paquito quería invitar a amigos, yo se lo negué rotundamente puesto que su familia materna eran cien personas y aún quedaba la paterna y la mía, Paquito quería pagar los billetes de tren o autobús a mi familia para que vinieran, yo en todo momento les expuse a ellos nuestra situación económica y querían venir por su propia voluntad.. y así, millones de cosas más.
Al principio, alquilamos un local para toda la familia, el menú consistía en:
Primer plato:
-Sopa de Marisco.
-Ternera a la brasa.
-Cordero lechal.
Segundo plato:
-Ensalada César.
-Patatas a la milanesa.
-Ensaladilla rusa.
Postre:
-Tarta de Cookies.
-Tarta Helada.
-Tarta de nata y piñones.
-Bizcocho de canela con almendras garrapiñadas.
Nos parecía la opción perfecta, eran 25 euros por adulto y 15 por niño, se salía de nuestro presupuesto (en total fuímos 186 personas) pero no demasiado. El hombre que nos preparó la carta y el local no tenía ningún tipo de dirección, referencias etc pero por teléfono parecía serio y responsable. Paquito le ofreció pagar la mitad para hacer la reserva cuando viéramos el local y la otra mitad cuando comiéramos, pero el hombre se negó rotundamente alegando que tenía demasiados clientes interesados en esas fechas y que necesitaba que le hiciéramos el ingreso en una cuenta bancaria inmediatamente.. me olió raro, así que decidí hablar con él yo personalmente, le pedí su número de cuenta, el número de DNI, nombre y apellidos (tenemos un amigo de la familia que es Guardia Civíl y podría conseguirme los datos del local si me diera los suyos propios) y referencia del restaurante. Accedió a dármelo inmediatamente después de que hiciera el ingreso en su cuenta bancaria, el concepto del ingreso a mi nombre debía ser: PAGO EN EFECTIVO DE COMIDA. En el mismo instante en que colgué supe que nos estaba intentando estafar, como no le hice el ingreso, nunca más volvimos a saber de él ni de su "restaurante".
Nos habíamos quedado sin reserva, queríamos celebrar el bautizo en la primera semana de Agosto y el tiempo se nos estaba echando encima, apenas quedaban unas semanas.. Así que decidimos que mis suegros se pusieran las pilas buscando locales y restaurantes y nosotros intentaríamos conseguir cita en la Iglesia para esas fechas.
Fuímos a la Iglesia Mayor Prioral, elegí aquella capilla porque cuando mi abuela vino al Puerto se enamoró de ella, así que quería hacerlo ahí. Fuímos a hablar con los curas, pero nos dijeron que en esas fechas se daban muchísimos bautizos y que siempre tenían las citas guardadas para las personas que fueran miembros de la cofradía, nos dijeron que debíamos pedir cita una semana antes del día que quisiéramos celebrarlo y debíamos arriesgarnos a que hubiera hueco o no, así que no me quise arriesgar más.
La Iglesia que nos pertenecía era San Marcos, así que fuí directamente a hablar con el cura que estaba de encargado en la administración. Al ser la Iglesia que nos correspondía por código postal, me dieron cita para el día 3 de Agosto sin ningún problema. Era el día perfecto, también era el cumpleaños de mi suegra, ¡ya teníamos el día pactado!. 
El cura nos dio una charla increíblemente extensa, quería casarnos ante Dios para bautizar a nuestra hija.. ambos nos negamos, ¡por supuesto!, le dije sin pelos en la lengua:
-Lo siento en el alma si le sueno brusca, pero no me voy a casar con la persona que quiero porque un cura me obligue a hacerlo, el día que queramos casarnos será porque ambos lo hayamos decidido así, ahora mismo solo queremos bautizar a nuestra hija, y si usted cree que no es correcto por no estar casados, iré a otra Iglesia dónde no les importe ese detalle. Ahora mismo, y con todos mis respetos, con la única persona que me caso ante Dios, ante Jesucristo y ante el Espíritu Santo es con mi hija. Si no lo ve bien, tácheme de la lista, póngame en la lista negra si lo cree conveniente, pero dígamelo ya porque ahora mismo me levanto y me voy.
Esa fue la gota que colmó el vaso, Paquito estaba blanco como la pared, él sabe que no tengo reparos ninguno en decir las cosas claras, pero me parece un acto totalmente subrealista que esté obligada a casarme para bautizar a mi hija. Temas aparte, el cura accedió.
Mis suegros no encontraban locales disponibles, el tiempo se nos estaba agotando y poco a poco se acercaba la fecha. Contamos el número de persona que asistiríamos y los planes cambiaron por completo.
La familia de Paquito es excesivamente grande, la mía solo eran 15 personas, así que no podíamos hacer comidas o cenas porque no podríamos pagarlo. Al final, entre unas cosas y otras, decidimos que solo iríamos a comer con mi familia, se lo comentamos a la familia de Paquito y accedieron, a ellos les parecía lo mejor.
Mi suegro nos presentó al dueño de un Restaurante que es amigo suyo de toda la vida, iba a prepararnos una paella para mi familia y nos cobraría a 2 euros el plato, ¡increíble pero cierto!, 50 céntimos la bebida y 2 euros cada ración.
Comimos: paella, albondigas guisadas, ensaladilla rusa, cordero lechal, tortilla de patata, croquetas, pescaito frito, pulpo aliñao', nuggets de pollo (para los peques), tortillas de camarones, calamares fritos, sepia, gallinejas y un alambre de ternera. Todo estaba riquísimo, mi familia se quedó encantada.
Reservamos toda la terraza de un "restaurante" llamado "La Ponderosa" donde hacen churros, tartas, postres etc. Íbamos a dar con toda la familia de Paquito y la mía una porción de tarta a cada uno, un café (o batido para los peques) y churros con chocolate un poco más tarde. Nos encantó la idea y no era demasiado caro.
Al fin podíamos relajarnos un poquito y descansar, así que esos fueron los días que aprovechamos para ir a la playa con Yanira. Mi madre y yo nos compramos unos meses antes del bautizo unos vestidos echos a medida, eran preciosos.. pero tenían que entrarnos, así que teníamos que tener mucho cuidado con el peso.
Mi familia vino un día antes del Bautizo, ¡me alegré tanto de verlos!, estaba eufórica.. ellos alucinaron con Yanira, la última vez que la habían visto era apenas un bebé, es increíble como crecen los niños en solo unos pocos meses..
Fuí al fotógrafo con Yanira para hacerle una pequeña sesión para los recordatorios, la pequeña al principio se entretenía con una mosca y no miraba a la cámara, después no sonreía.. vamos, ¡un show!, pero al final conseguimos sacarla una espectacular foto, ¡tiene una carita! y pusieron su nombre, el día de su bautizo y el nombre de la Iglesia, el recordatorio era tamaño "Flyer", rosa chicle y con maripositas volando alrededor del nombre.. ¡nos encantó!.
¡Y AL FIN LLEGÓ EL ESPERADO Y MARAVILLOSO DÍA!:
Mi madre vino por la mañana para arreglarse en casa de mi suegra, ese día llegaba el regalo que la habíamos comprado y ella no podía verlo, me encargué de avisar a toda la familia de que no la comprasen lo mismo que yo, pero.. ¡lo vió!, el maldito chico de Avon se lo dio a ella en lugar de a mí, así que creí que la sopresa se me había ido al garete, era un perfume que a ella le volvía loca, ese año no se lo había podido comprar, cuando lo vio se le hicieron los ojos chiribitas, así que en ese instante se me encendieron las luces de emergencia y tuve una idea. Le dije que el regalo se lo habíamos comprado Paquito y yo a mi madre.. ¡pobrecita, se le quedó una cara!. De hecho, nadie de la familia la felicitó puesto que yo había avisado a todo el mundo de que le quería hacer una pequeña fiesta sorpresa, así que ella pensó que con los nervios del bautizo nadie se había acordado de que cumplía 43 años, ¡pobre! aún lo recuerdo y me da lástima.. 
Mi madre y yo nos duchamos y arreglamos juntas, la hice tirabuzones en la capa de arriba del pelo y le quedaron espectaculares, maquillé a mi suegra y por último comencé a arreglarme yo.. como hasta el momento todo estaba saliendo bien, algo malo tenía que pasar.. ¡mi pelo no se rizaba!, con la humedad del ambiente en pleno Agosto, los tirabuzones se caían a los 3 segundos, tengo la suerte de tener taaaaaanto pelo que con el peso no me aguanta nada, así que me hice un moño con donut y me rodeé el moño con una trenza, al final me quedó bonito y todo. Me maquillé bastante poquito, lo justo para destacar con el vestido y me metí en él, llevaba unos tacones de escándalo, así que imagináos la cara de Paquito (somos de la misma altura, él mide solo 3 centímetros más que yo, así que la diferencia de altura era notable), pero al final, le gustó tanto el vestido que los tacones no le importaron.
Por último, vestimos a Yanira.. ¡era toda una princesa!, pero le dió por quitarse todo el rato la diadema del pelo, así que solo se la puse en la Iglesia.
Nos fuímos todos para la Iglesia, estaban todos guapísimos, Yanira no paraba de jugar con sus primos, de reírse, todo el mundo estaba de buen humor, dándonos la enhorabuena, regalos... siempre me he sentido parte de esa familia, pero en ese día sentí que de verdad encajaba con ellos.
La ceremonia no duró demasiado, había muchos niños pequeños y era agobiante que estuvieran quietos y callados, así que el cura lo hizo lo más ameno posible.
Yanira se portó genial, no paraba de mirar a las cámaras, parecía que le gustaba que le hicieran fotos, pero cuando el cura le echó el agua bendita en la cabeza y comenzó a frotarle el pelo con un paño, se enfadó y empezó a llorar.. Fue un momento muy emocionante, mi hija, Paquito y yo.. éramos una familia, y yo era consciente de ello, de que había formado lo más hermoso que alguien puede tener con la persona que más amaba. Fue un día de emociones, para qué negarlo..




Los padrinos fueron mi madre y mi suegro, ellos encendieron la vela y firmaron para hacerse cargo de Yanira si a su padre y a mí nos pasaba algo. Ambos estaban encantados, y puedo jurar que fue el día más especial para ellos.



Al acabar la celebración, el cura nos pidió que donáramos algo de dinero cada persona de la familia para la Iglesia, Paquito había escuchado una conversación dónde dos curas hablaban con dos obreros y les decían que tenían un presupuesto de quince mil euros para poner las puertas de los despachos de mármol blanco corredero, así que estaba que le hervía la sangre. Le dije que como mínimo debíamos donar 20 euros porque me daba vergüenza no hacerlo, Paquito.. como es taaan bruto, cogió un papel y un boli y escribió: "Que Dios te lo pague", lo metió en el sobre de la Iglesia y lo echó en el buzón de las donaciones. Mi cara era un poema, pero me tuve que reír...
Nos fuímos a comer con mi familia y quedamos con la suya a las seis y media para celebrarlo todos juntos, la comida fue espectacular como ya he contado antes, todo estaba de muerte y hubo un ambiente muy distendido y relajado, los niños se portaron como.. niños xd pero por lo demás todo estuvo genial.
A las seis y media nos fuímos al sitio dónde habíamos quedado con su familia, yo no había visto la tarta porque la eligió mi suegra, y cuando la vi me quedé alucinada, ¡era preciosa!, no me cogieron desprevenida, pero mirad la cara de Yanira, ella lo dice todo:




 ¡Estaba buenísima!, pudimos comernos dos trozos cada uno, todos bebimos, comimos chocolate con churros, estuvimos en una mesa redonda así que pudimos charlar y hablar todos juntos, presenté formalmente a mi familia y todos se conocieron entre ellos. Yo estaba en la gloria, me encantaba vernos a todos así, en ese momento no existía la distancia, no había sufrimiento ni dolor, todos éramos familia y nos queríamos y respetábamos como tal. Me falta alguien, la más importante, pero estuvo en todo momento en mi cabeza diciéndome lo orgullosa que se sentía de que hubiera llegado a ser así, siempre me ha faltado, y siempre me faltará.. pero aunque suene irónico e imposible, sé que está a mi lado, que me protege, que me cuida y que ama, sobre todo, que me ama..
Le di el regalo a mi suegra y se quedó alucinada, le puse su número 43 en su trozo de tarta y todos le cantamos el "cumpleaños feliz", se emocionó mucho, y es uno de los mejores recuerdos que tengo de ese día..
Acabamos de tomárnoslo todo a las tantas de la noche, nos cerraros la terraza para que nos bebiéramos unas copas y chupitos, cuando se acabó el día estaba molida pero triste, era la última y única que vez que viviría algo así.
Ahora os enseñaré alguna de las fotos que más me gustan por separado:
Una persona muy amiga de la familia y a la cuál quiero mucho, me regaló este precioso carro de bebé confeccionado a mano por él mismo con goma espuma, es muy, muy parecido al verdadero carro de Yanira. Dentro tenía una recordatoria para cada familia que era un vestidito de bebé, con la inicial de Yanira bordada en el pechito y venía con un lacito para enganchar la foto de recordatorio que daría a cada persona.





¡Me encantó!, fue un detalle muy, muy bonito.. y muy, muy complicado.
No puedo poner todas las fotos que tengo con la familia porque son muchísimas, pero os pondré algunas, aunque no salen todos, obviamente..




Y esta foto es la que más me gusta de todas aquellas fotos que se hicieron ese día, fue un momento espectacular para mí, tengo una cara muy expresiva, y creo que esta foto refleja todo lo que sentí:
Una vez más, muchísimas gracias a todos por seguir leyendo mi blog, esta será la última entrada por un tiempo, como todos aquellos que siguen mi Ask sabéis, mañana vuelvo a Madrid y allí no tengo Internet para poder actualizar, la siguiente entrada será bastante interesante e intentaré hacerla en cuánto me sea posible. Os mando muchísimos besos y de nuevo os doy las gracias por seguir aquí, como os he dicho en muchas ocasiones: sin vosotros, nada de esto sería posible.
Os quiero: Ainhoa.
 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Para ella: solo cosas nuevas, para mí: todo un logro.

Como os conté en la anterior entrada, teníamos que tomar una decisión complicada, en este caso lo mejor era irnos con mis suegros un tiempo hasta que nuestra economía saliera a flote un poco, no nos gustaba ser una completa carga, pero ellos en todo momento nos ofrecieron su ayuda y apoyo incondicional. Hoy quiero contaros todos los progresos de Yanira durante esos cinco meses.
¡A bordo del tacatá!: No queríamos gastarnos el dinero en cosas estúpidas, a Paquito le parecía un gasto innecesario porque creía que Yanira podría aprender a andar perfectamente de nuestras manos, pero Yanira siempre ha sido una niña muy precoz, y con solo cinco meses necesitaba hacer algo.. necesitaba gastar su energía y yo sabía que el mejor remedio sería un andador. Fuimos a Alcampo a comprarlo, necesitábamos un andador bajito para ella, pero no había ninguno.. todos eran iguales, lo único que cambiaba era el modelo. Paquito se resignó y quería comprarle cualquier otra cosa, pero yo le pregunté a las dependientas, estaban alucinadas viendo como Yanira hacía tonterías, y nos enseñaron un tacatá pequeñito y que no pesaba demasiado para que ella lo pudiera manejar sin muchos problemas, la monté y ¡llegaba al suelo perfectamente!. Recuerdo que cuando llegamos a casa lo saqué corriendo para probarlo y Yanira solo sabía andar para atrás, pero cuando llegamos al Puerto y lo usó un par de veces empezó a entender como se usaba, estaba loca con su andador.. corría por toda la casa, jugaba con los muñecos que traía colgando, llegaba a todos lados... ha sido el mejor dinero invertido de toda su vida, empezó a espabilarse y a aprender a hacer cosas nuevas, nos lo bajábamos incluso a la calle. ¡Le encantaba!.


¡Ha llegado la feria!: Paquito y yo estábamos muy estresados buscando trabajo, nunca teníamos tiempo para nosotros y la mayoría de los días el agobio era máximo, mis suegros nos comentaron que ellos querían pasar un día en la feria con los niños y al principio nos negamos.. pero vi un traje de gitana en una tienda que a Yanira le quedaría precioso, así que sin pensármelo dos veces ¡lo compré!, le quedaba precioso, y a los pocos días mi suegra le hizo una bata rociera. Fuimos a la feria con mis suegros y los primos pequeños del Paquito, montamos a los niños en todo, comimos churros, buñuelos, chocolate, cenamos.. pasamos un día estupendo, y la cara de Yanira era lo mejor de ese día, le encantaban todas las luces y la música. Estaba loca de felicidad..


¡Mamá, agua!: Los días pasaban y Yanira cada día aprendía a hacer una cosa nueva, sus primeras palabras, sus primeros dientes.. han sido los mejores meses de toda mi vida. Un día la bajamos a la playa, la gran mayoría de los niños lloran, pero ¡a ella le encantó!. Lloraba cada vez que la sacábamos y siempre lo señalaba y me decía: "mamá, agua", y yo me moría de amor.. Bajábamos a la playa todas las mañanas y muchas tardes, comíamos allí y Yanira siempre estaba contenta, incluso se estaba poniendo morenita.. Intenté enseñarla a nadar, pero eso fue imposible. Poco a poco iba dando más pasitos sola, y con solo 7 meses ya hacía muchísimas cosas sola.




¡No sabemos qué comprar!: Yanira no se entretenía con nada, todos los juguetes que le comprábamos acababan guardados en un armario muriéndose de risa. Todo aquello con lo que jugaba más de diez minutos ya no era interesante para ella, así que daba mucha lata.. no sabíamos qué hacer para que se entretuviera. Música, vídeos, sonajeros, colores, formas, dibujos.. ¡nada! no había nada que le llamara la atención. Estábamos desesperados.. incluso la llevé al médico para preguntarle si podía tener algún tipo de déficit de atención, pero no.. 
Un día, la tía de Paquito apareció por casa con un piano eléctrico para Yanira, estuve a punto de no cogérselo porque sabía que no lo querría, pero como insistió tanto se lo dimos.. y para mi sorpresa, ¡no lo soltaba! se podía pasar horas y horas dándole a todas las teclas del piano y escuchando como sonaba. Fue nuestra salvación.


¡Con su sonrisa todo mejora!: Los días se sucedían rápido y no encontrábamos trabajo, pero Yanira siempre ha tenido una influencia muy peculiar en nosotros.. ¡hacernos completamente felices!. Ella es el motivo de nuestras horas y horas de insomnio, ella es el motivo de nuestros dolores de cabeza, de oídos, de ansia de estar juntos.. y sin embargo, la amamos con todo nuestro alma. Ella es el motor que nos impulsa a salir adelante, ella lo es todo. Y cuando ella sonríe, nuestro mundo cambia por completo.







El único problema es que había un gasto extra que debíamos solventar, un gasto no inesperado pero si anticipado. Paquito, que siempre ha sido muy conservador, creía que era innecesario, y quizá para muchas personas lo parezca, para mí era una forma de reunir a toda la familia por primera vez, una manera de estar todos juntos por un solo día, y no quería esperar más: el bautizo.

Como siempre, muchísimas gracias a todas aquellas personas que leen mi blog y que día a día me siguen en Ask.fm, os quiero tanto que nunca podré decíroslo sin que me falte algo, si no fuera por vosotros, esto no existiría.
Lo siento por haber tardado tanto en actualizar, ya sabéis que no he podido. En estas semanas intentaré actualizar todo lo posible.
Os mando un beso enorme desde El Puerto de Santa María, y ya sabéis.. si queréis algún tipo de videorespuesta para que podamos conectar mejor, decirlo, que estaré encantada de hacerla.

Pd: Muchísimas gracias a todas las personas que este año he conocido en Ask, en especial a Clara, Laura, Ángela y sobre todo, mi comité. Como ya os dije en una respuesta, sois lo más parecido que tengo a una familia, os quiero.

Un beso enorme de parte de Yanira, ¡CON 8 DIENTES!.
Os quiere: Ainhoa.