jueves, 22 de agosto de 2013

Una noticia inesperada.

Acabábamos de estrenar nuestra nueva casa, los días se sucedían rápidos pero interminables a la vez.. Paquito hacía horas extra, mi madre trabajaba unas 12 horas diarias y yo unas 15, cuidaba de Yanira y la casa a tiempo completo. Digamos que no era un sacrificio, para mí era satisfacctorio ver como mi hija crecía poco a poco, como cambiaban sus gestos y su manera de enfrentarse al mundo, pero estaba derrotada. Había días en los que me despertaba y sentía que no podía más, no seré hipócrita ni me engañaré a mí misma, mucha culpa de todo aquello era que no había superado del todo la muerte de mi abuela, aún el dolor me oprimía el pecho por las noches y me hacía llorar por las mañanas, aún la echaba de menos y sentía que cualquier paso en falso y mi vida se derrumbaría en un instante. Diré que el apoyo de Paquito es lo más grande que podía tener, pero no fué él, fué ella.. me daba pánico pensar que quizá por culpa mía en algún momento le pudiera faltar algo a Yanira, me aterrorizaba la idea de que no se sintiera orgullosa de mí, defraudarla como madre y como persona, no saber valorar que ella es lo mejor que me ha podido dar esta vida, pese a los malos tiempos, a todo lo que venga.. enfrentarme a lo peor del mundo si es necesario por ella, porque ella es la persona que me ha salvado de mi autodestrucción, y siempre estaré en deuda.
 Paquito notaba mi estréss constante, creo que ha sido la peor época de nuestra vida sexual, estábamos tan cansados y dolidos que si teníamos tiempo para nosotros mismos dos veces al día era un milagro.
Recuerdo que muchos de aquellos malos días se levantaba muy pronto para traerme el desayuno a la cama, también recuerdo que un día intentó hacer tortitas.. es tan torpe en la cocina que llamar a los bomberos hubiera sido lo más delicado que podría haber pasado ese día. Seré franca.. el desayuno daba asco pese a que el detalle era precioso. Al final nos comimos unas magdalenas con zumo tumbados en la cama, mirando a Yanira dormir y creo que fué el día más especial que tenía desde hacía varios meses.
Mi hija daba mucha lata.. empezaron las "mamitis constantes", los brazos y achuchones.. me encantaba y me encanta pero mientras pones una lavadora o friegas los platos, la verdad es que es un poco coñazo tenerla encima.
El trabajo de Paquito iba a la perfección, un día cuando llegó de trabajar a las 3 de la madrugada me dijo que había trabajado unas horas en la cocina, al día siguiente el jefe le dijo que le gustaba como lo hacía, tenía mano para colocar y separar los ingredientes.. quizá a finales de verano le ascenderían y su contrato sería modificado a uno de "ayudante de cocina". Era una buena noticia.. debía ir poco a poco pero aspirando a lo más alto, es algo que siempre le he dicho e incluso a día de hoy, mantengo.
Le hablaron de trabajar a jornada completa unas semanas, por supuesto, dijo que sí. Le mencionaron que podrían ampliarle el contrato a un año y después ya se vería.. 
Parecía que las cosas iban saliendo a flote poco a poco, un año no era mucho pero menos era nada. Aunque cuando todo va sobre ruedas, siempre hay riesgo de patinazos, y yo lo sabía.
Un día llegó al trabajo y le dijeron que tenían que reducir plantilla:
-Paquito lo sentimos mucho pero debemos reducir plantilla, ya sabes que las cosas no van del todo bien y hemos pensado en los últimos contratos.. como eres personal de veinte horas semanales dudo que te sea difícil encontrar otro trabajo remunerado de una manera igual. Lo siento, de corazón pero deberás pasarte la semana que viene para firmar los papeles legales y hablar de tu finiquito. Espero que encuentres algo pronto y si tenemos otro puesto vacante no dudes en que te llamaremos.
Recuerdo que Paquito ese día volvió a casa destrozado, no paraba de apoyarse en mi hombro y llorar.. solo sabía preguntarme que qué era lo que íbamos a hacer, que como iba a dar de comer a su hija, que no quería ser una carga para nosotras, que si había algo que él pudiera hacer para salir adelante lo haría, que no iba a abandonarnos y que se iba a poner las pilas al máximo para salir adelante como fuese.
Yo también estaba destrozada pero tenía que ser fuerte por ellos. Como he dicho muchas otras veces, si yo me derrumbaba, mi casa se hundiría. Con lo que yo ganaba y el dinero que teníamos ahorrado podríamos tirar unos cuántos meses, nosotros no podríamos excedernos con los caprichos pero a Yanira no le faltaría de nada. Además, contábamos con su finiquito.. no sabíamos cuánto era, pero nos vendría bien.
Llegó un día antes de que tuviera que ir a firmar los papeles, le dije que lo leyese todo con mucha calma, que no se dejase engañar y que no firmase nada sin haberlo comprendido antes, si tenía que hacer cuatrocientas preguntas, que las hiciese, pero que cuando volviese a casa, lo hiciera con las ideas claras y sabiendo cuánto, cómo y cuándo iba a tener el dinero que le correspondía y sus días de paro.
Paquito volvió a casa con un papel diciendo que firmaba la baja voluntaria y que no tenía ningún derecho ni a finiquito ni a paro, que no habían terminado sus meses de prueba y por lo tanto legalmente no les correspondía pagarle un céntimo. Primer engaño de su vida, bien, a todos nos ha pasado, posiblemente no sea el último..
El agobio era máximo.. nos estábamos quedando sin ahorros, no nos dimos ni un solo capricho, no comprábamos ni helados, pero las cremas de Yanira son caras, los pañales, la ropa, toallitas, leche, cereales.. un bebé necesita muchas cosas y es imposible negárselas. Y encima venía el bautizo..
Nuestra única salida era irnos al Pto con sus padres unos meses, hasta que nuestra economía se recuperase un poco. Le dijeron que podría trabajar en un bar hasta que consiguiéramos algo de dinero y nos fuéramos a finales de verano..
Pero las palabras vuelan como el viento, y a veces, vuelan de personas que no te esperas..

Lo siento por tardar en actualizar, últimamente siempre pido disculpas y cada vez que me dirijo a vosotros me acabo excusando por algo. Hay gente que me critica en Ask.fm porque digo que voy a actualizar y al final no lo hago.. como he dicho al responder en una pregunta, siempre que os diga que voy a actualizar y al final no lo haga es porque tengo un motivo lógico y coherente, no os voy a dejar con la miel en los labios por nada, os lo aseguro.. solo espero que comprendáis que estoy muy liada y me encantaría escribir más a menudo pese a que no puedo. Lo siento si incomodo a alguien con mis palabras pero tenía que recalcarlo.
Y ahora, como siempre, procedo a dar las GRACIAS a todos los que cada día estáis conmigo en Ask.fm y leéis el blog con entusiasmo, la entrada es flojita pero son partes de mi vida que debo contar.
Muchas GRACIAS a todos aquellos/as que me han agregado a Tuenti para ver fotos de Yanira, vuestro interés es un punto enorme. A todos/as los que preguntáis por Ask.fm que qué tal estamos y en general a todo el mundo que me sigue a diario.
Os quiero mucho, de verdad. Estoy muy contenta de haber hecho este blog :)
Un beso enorme a todos de mi parte.
Y otro beso enorme de Yanira con SEIS DIENTES YA EHHH! Jajaja

Os quiero.
Ainhoa.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Mi vida cambió en un instante.

Cuando crees que las cosas no podrán ir peor, a veces te equivocas.. confias en salir de los problemas, asumirlos e intentar superarlos, es una filosofía de vida bastante acertada pero en la práctica, todo se vuelve más confuso.
Vivía en una permanente etapa de "duelo" por decirlo de alguna manera, mis sentimientos me decían que debía continuar pisando fuerte porque tenía gente detrás que me necesitaba, pero mi corazón se rompía en pedazos cada vez que me despertaba por la mañana y veía que mi abuela no estaba dormida en su sofá.. me había dejado sola, y no era lo suficientemente fuerte para afrontarlo, o eso creía.
Todos y cada uno de los rincones me recordaban a ella, las lágrimas salían solas, no podía hacer nada por evitarlo.. la angustia, el dolor.. y la responsabilidad de saber que tenía una hija a la que cuidar y educar me hacían sentirme cada vez más confusa, pero nunca tanto como el día que abrí la notificación del juzgado.
El banco había hecho un "trato" con mi abuela, cuando ella muriese, la casa volvería a ser del banco.. una especie de préstamo hasta la muerte. Como era de esperar, me echaban de aquella casa, no importaba que tuviese una hija o no tuviese un lugar donde ir, solo importaba que no era mi casa, no era mi lugar y tenía que irme de allí. Antes de morir me pidió que compráramos un piso y lo pusiéramos a mi nombre, pero no quise.. no quise presionarla y nunca quise que pensara que me interesaba sus bienes o su dinero, quería que fuera ella la que decidiese si quería brindarme una casa o no, nunca comprendí que ella sabía perfectamente lo enferma que estaba, que ella sabía que se estaba muriendo y por eso quería que tuviera un techo donde ir cuando me echaran de mi casa, no lo comprendí hasta que abrí esa notificación, como siempre tenía razón, pero no la hice caso..
Empezamos a empaquetar nuestras cosas con la mayor prisa posible, pero, cómo se empaqueta una vida entera? Me era imposible llevármelo todo.. ni si quiera sabía dónde podría ir.. Paquito estaba agobiadísimo con el trabajo y la mudanza, preocupado por mí y por la niña.. y eso hizo que tuviéramos muchas discusiones en ese tiempo, discusiones tontas y sin sentido.. pero necesitábamos desahogarnos entre nosotros, decirnos cosas que en realidad no pensábamos para no decir que estábamos muertos de miedo, si alguno de los dos lo dijese, el otro se derrumbaría.
Una mañana temprano, harta de romperme la cabeza buscando soluciones llamé a mi madre y le dije que fuéramos a ver una inmobiliaria en el barrio Madrileño de Coslada, su jefa se mudaría allí en unos meses (así ella podría estar cerca de su trabajo) y estaba más o menos a la misma distancia que el trabajo de Paquito, no quería irme a pleno centro y tampoco quería dejarla sola.. quería algo tranquilo para mi hija y para mí, un sitio donde pudiera crecer feliz y no tener que soportar los recuerdos que su madre cargaba consigo. Pero por encima de todo, quería a mi madre a mi lado, sé que para ella también ha sido una enorme pérdida y no me la imaginaba pasando por aquel mal trago sola, asi que decidí que viviéramos juntas, más como compañeras de piso que como madre-hija puesto que apenas pasa tiempo en casa con el trabajo, pero al menos estaba cerca y si necesitaba llorar, podría hacerlo en mi hombro.
Fuimos durante la mañana a visitar varias casas, nos tomamos entre las dos por lo menos un litro de café, estábamos nerviosísimas y no sabíamos cuál de todas las casas que habíamos visto nos podría servir, y aún nos quedaban cuatro. La siguiente era en un barrio tranquilo, gente humilde, cerca del Ayuntamiento de Coslada, del Metro, de paradas de autobús, centros comerciales y comercios para comprar comida, parques, RENFE.. todo lo que necesitaba lo tenía a mano, y cuando vi la casa.. no sé como explicarlo pero es como si hubiera estado esperándome, como si estuviera hecha para mí, como si en cada rincón de aquella preciosa casa de 140 metros cuadrados estuviera escrito mi nombre y el de mi familia.. tenía un precioso cuarto para Yanira, otro para mi madre, uno enorme para Paquito y para mí, un perfecto comedor, baño, cocina.. una enorme terraza de 40 metros cuadrados donde Yanira podría jugar en verano y recoger nieve en invierno, no lo pensé demasiado, hablamos con el dueño y en más o menos una hora había pagado un año de alquiler por adelantado, 800 euros al mes repartido entre 3 personas.. no era barato, pero tampoco excesivo.
En seguida comenzamos a meter las cosas, poco a poco me despedía de mi antigua casa.. no creáis que no me dolió, porque me dolió y mucho. Pero era lo mejor para todos.. recuerdo una frase que siempre me decía mi abuela y que en ese momento me ayudó mucho: "Si no es posible pasar página, cambia de libro". Y eso es lo que hice, no podía olvidar, no dejaba de doler asi que lo mejor era cortar de raíz, jamás me olvidaré de ella, y por supuesto, no quiero hacerlo.. simplemente quería que dejase de doler, y en esa casa no podía evitarlo, sé que ella querría lo mejor para mí y sé que está orgullosa de que hiciera eso.
Paquito estaba más ilusionado que yo, le encantó la casa y poco a poco fué recuperando la luz que había desaparecido de sus ojos, volvimos a mantener relaciones sexuales más a menudo y dejamos de discutir por estupideces como el color de las sábanas o haber lavado o no un par de calcetines.. me ayudó a elegir los muebles en Ikea, a montarlos, a comprar la nueva cuna de Yanira, sus sábanas, sus edredones, sus peluches.. Pintamos juntos toda su habitación en rosa chicle, pusimos su cuna blanca y rosa y la mosquitera de princesa, colgamos sus cuadros de Disney por toda la habitación, sus baldas blancas con libros de cuento, lámparas de flores blancas y rosas, pegatinas con su nombre en la puerta y doblamos tooooda su ropa en su armario empotrado. Colocamos su balancín y su bañera de pie, compramos un tacatá rosa, una alfombra de mariquita para que jugase en el suelo y ropa nueva para el invierno.
Compramos los muebles del salón, pintamos de lila y morado la habitación de mi madre, montó su cama blanca, su mueble blanco para colocar la televisión, sus baldas moradas y lila, le puso las lámparas y forró de terciopelo lila el armario por dentro.
Compramos los muebles de nuestra habitación, nuestra enorme cama de matrimonio, pusimos el cabecero y las mesillas blanco y negro, el mueble de madera con la televisión de plasma negra, los armarios empotrados de madera con toda nuestra ropa y zapatos.. nunca se había implicado tanto en algo, nos encantaba nuestra nueva casa, y eso se notaba.
Las cosas nos iban bien, en el trabajo, en la familia.. éramos uno. Nuestra hija crecía perfectamente, sin problemas.. era nuestra oportunidad de empezar de cero, podíamos superar cualquier obstáculo siempre que lo hiciéramos juntos.
Mi pena nunca se suprimió, echaba (y echo) de menos a mi abuela todos los días, iba a verla al cementerio un domingo a la semana, le ponía una vela encendida en casa todos los días, lloraba por ella prácticamente a diario, pero llegó un punto en que pude ver las fotos sin necesidad de llorar, la echaba de menos sí, y me encantaría que pudiera estar conmigo y ayudarme a decorar toda la casa, pero no era así, y no podía hacer nada por evitarlo.. lo comprendí.
He luchado mucho por mantener un equilibrio en mi familia, para no hundirlos o simplemente dejarlos caer, me ha costado mucho tener lo que tengo y no quiero que nadie piense que se me ha concedido como premio a la madre anual o algo así. Si tengo lo que tengo es porque he peleado por conseguirlo, me he visto con la soga al cuello muchas veces, pero siempre he conseguido quitarla sin hacer daño a los que me rodean. Para mí, Yanira es lo primordial, todo lo demás es aparte.. y por eso hice en muchos sentidos todo lo que hice, necesitaba que ella estuviera bien, que fuera feliz, y a día de hoy, si me arrepiento de algo, no es de eso..
Llevábamos desde Febrero en la nueva casa, pero las cosas se iban a poner muy feas, muy, muy feas.. aunque en esos momentos yo aún no lo sabía.

Hola amoreees :)
Muchas gracias como siempre por seguir leyéndome, sé que he tardado bastante en actualizar pero como ya sabéis he tenido el bautizo de Yanira hace poco y he estado al pie del cañón, siento no haber podido actualizar antes pero a partir de ahora lo haré más a menudo.
Lo siento también por no haberme conectado a Ask.fm, pero ha venido mi familia desde Madrid y he estado con ellos en la playa, el centro, Cádiz, dando vueltas por ahí.. no he parado. Y además, estoy empaquetando las cosas para mandarlas por Correos a Madrid para cuando vuelva.. vamos, que es todo una locura jaja
Espero que os haya gustado y que sigáis queriendo leerme :)
Estoy muy contenta de que sigáis conmigo y  sobretodo de que os preocupéis tanto por mí, os quiero mucho, de corazón.
Un beso muy grande para todos y actualizaré muy, muy pronto!

PD: Vamos a darle ánimos desde aquí a Paola que está en Maternidad a punto de tener a su pequeña Lola, quiero decirte desde aquí que os quiero mucho, recuerdo que de camino a mi casa en un momento dijimos que estábamos seguras de que nuestras hijas crecerían como primas, jugarían y se reirían juntas, pese a la distancia, mi promesa sigue en pie, y espero que nuestras hijas tengan el placer de disfrutar de una amistad como la que tuvimos tú y yo. Te quiero mucho y espero que se te haga cortito y lo menos doloroso posible, te lo mereces.

Ainhoa.